jueves, 19 de junio de 2014

Tu risa nerviosa...

Quisiera poder  encontrar las palabras exactas, decirlas y que por medio de ellas entiendas mis sentimientos, pero no sé si sepas, pero se me da mejor escribirlas que decirlas, y para eso tengo que pensarlas, pero a tu lado esa parte coherente se aleja de mi ser, se esconde bajo el augurio de mis ridículas acciones, mi mente siempre tan lluviosa como si de Macondo se tratara, a tu lado se convierte en el Sahara, solo puedo apreciar la belleza de tu sonrisa nerviosa, de tu mirada sencilla tan viva, brillante por las ideas que se ocultan detrás, se dice que te cuides del perro que no ladra y del hombre callado, pero a mí me gusta tu calma, tu semblante indescifrable, porque entonces cuando llega tu fácil sonrisa ilumina todo, me ilumina la oscuridad que llevo dentro, alejas por un momento a los demonios que me dicen que estoy en espera de algo que nunca sucederá, cuando sonríes, cuando hablas, con tu mera presencia me haces creer que tal vez, esta historia que promete ser inolvidable pueda suceder… pero entonces tu ausencia, mis demonios, liderados por la inseguridad me devuelven a la realidad asegurando que esto que tanto anhelo tiene posibilidades nulas y tal vez mi vida, sea demasiado cobarde para arriesgarme. 

Yarelly R. G.