Quisiera poder encontrar las palabras exactas, decirlas y
que por medio de ellas entiendas mis sentimientos, pero no sé si sepas, pero se
me da mejor escribirlas que decirlas, y para eso tengo que pensarlas, pero a tu
lado esa parte coherente se aleja de mi ser, se esconde bajo el augurio de mis ridículas
acciones, mi mente siempre tan lluviosa como si de Macondo se tratara, a tu
lado se convierte en el Sahara, solo puedo apreciar la belleza de tu sonrisa
nerviosa, de tu mirada sencilla tan viva, brillante por las ideas que se
ocultan detrás, se dice que te cuides del perro que no ladra y del hombre
callado, pero a mí me gusta tu calma, tu semblante indescifrable, porque
entonces cuando llega tu fácil sonrisa ilumina todo, me ilumina la oscuridad
que llevo dentro, alejas por un momento a los demonios que me dicen que estoy
en espera de algo que nunca sucederá, cuando sonríes, cuando hablas, con tu
mera presencia me haces creer que tal vez, esta historia que promete ser
inolvidable pueda suceder… pero entonces tu ausencia, mis demonios, liderados
por la inseguridad me devuelven a la realidad asegurando que esto que tanto
anhelo tiene posibilidades nulas y tal vez mi vida, sea demasiado cobarde para
arriesgarme.
Yarelly R. G.